El sacramento de la Iluminación es el fundamento de toda la vida cristiana, la puerta de la vida en el Espíritu y la puerta que abre el acceso a los demás sacramentos. Por medio del Bautismo somos liberados del pecado original y regenerados como hijos de Dios, convirtiéndonos en miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (Catecismo de la Iglesia Católica, 1213).Fuera del caso de necesidad, el lugar propio del Bautismo es la parroquia. En general, es necesario que el adulto sea bautizado en su propia iglesia y el menor en la parroquia de sus padres.



Los padres tienen la obligación moral de procurar que los niños sean bautizados dentro de las primeras semanas; lo más pronto posible después del nacimiento (o incluso con antelación) pueden acudir al despacho parroquial y hablar con el párroco para concertar el Bautismo de su hijo y prepararse adecuadamente.



Para poder bautizar a un niño, es necesario que lo pidan los padres, al menos uno de ellos o el tutor del mismo, y que “existan esperanzas fundadas de que será educado en la religión católica” (en caso negativo, el sacramento debería posponerse hasta que el niño fuese mayor de edad, pero en ningún caso se puede denegar). Según el Derecho Canónico, la situación personal de los padres o su comportamiento no pueden ser causas legítimas para denegar el Bautismo del niño.



Para solicitar el bautismo en nuestra Parroquia de Terramelar, es necesario que los padres u otro familiar acudan al despacho parroquial, o bien concierten una entrevista personal. Pueden hacerlo en el correo electrónico terramelarpaterna@archivalencia.es.
La preparación de los padres consiste en una entrevista personal en el horario a convenir.

El Bautismo se podrá celebrar cualquier día del año (menos el Jueves, Viernes y Sábado Santos, así como el Miércoles de Ceniza), siempre previo acuerdo con la Parroquia. Fuera de casos de urgencia en el tiempo litúrgico de Cuaresma no se celebrarán bautizos.



La función del padrino es asistir al bautizado en su iniciación y educación cristiana y velar para que se desarrolle la vida cristiana conforme al Bautismo que ha recibido su ahijado. En el caso de los niños debe ayudar a los padres en esta tarea, y tiene la responsabilidad de suplirlos en casos de necesidad.


En el Bautismo, tiene que haber un padrino o una madrina, si son dos, un padrino y una madrina. Han de estar bautizados y confirmados, haber cumplido los 16 años, y vivir una vida conforme a la moral católica.


A partir del uso de razón (7 años), la administración del Bautismo no puede hacerse según el rito de los niños (que son bautizados en la fe de la Iglesia que profesan los padres), sino que se debe contar con la voluntad activa y explícita así como una preparación oportuna del candidato. Hasta los 12 años, los niños han de seguir la preparación de catequesis similar a la Primera Comunión.



A partir de los 12 años, es necesario una preparación personalizada durante un tiempo. Es necesario hablar con el párroco para establecer el plan de preparación. Los adultos han de seguir el camino de iniciación indicado por el Arzobispado de Valencia, y en el momento del bautizo recibirán también la Confirmación y la Primera Comunión.

Para la inscripción es necesario presentar el certificado de nacimiento y cumplimentar la hoja de inscripción.